Viaje a Rumanía: Día 1. El viaje de ida  

Posted by Alberto Garzón

Este ha sido un día largo y duro pues nos hemos levantado a las 7:30 de la mañana para ir a Barajas y coger el avión rumbo a Bucarest que salía a las 13:00.

El vuelo ha ido muy bien, exceptuando que mi padre no es capaz de dejar de fumar ni un momento y se puso a fumar en el servicio del avión, y claro, una azafata se dio cuenta y ha ido detrás de él para echarle la bronca. Lo gracioso era ver como la azafata le echaba una monumental bronca en inglés!!! y mi padre mirándole con cara de circunstancias ya que no le entendía nada.

Avión que nos ha llevado a Bucarest

Una vez en Rumanía en el aeropuerto mi cuñada, Alina se encontró con su padre después de 3 años sin verse, por lo que ya podéis imaginar que el momento fue muy emotivo.


Mi cuñada y su padre

Una vez en Bucarest (19:00 horas) nos dirigimos en coche a Tulcea, la ciudad de mi cuñada. En el trayecto lo poco que vi de Bucarest no me gusto nada, pues se veía mucha pobreza en las construcciones, en la manera de vestir de la gente y en algunos coches que contrastaba con algunos concesionarios de marcas de coche tan conocidas y exclusiva como ferrari.
Una vez en la periferia de Bucarest nos quedamos muy sorprendidos por varios motivos
, como el mal estado de las carreteras, la gran cantidad de perros vanduendos que se veian en las calles (algunos en manadas de 6 o más perros) y sobre todo la forma de conducir de la gente alli que podeis ver en el video de más abajo (mejor mirarlo a que yo lo comente).

El viaje hacía Tulcea fue muy largo debido al estado de las carreteras, por lo que a mitad de camino paramos a tomar unos "Mititei" (foto derecha) que son unas salchichas de carne picada muy condimentada pero muy ricas.

Sobre las once de la noche llegamos al fin a Tulcea y fuimos a dejar las maletas en el hotel que nos agrado mucho, tenía una habitación doble con un cacho de armario para mi solito.

Y después de dejar el equipaje al fin fuimos a casa de los padres de mi cuñada donde cenamos lo que nos había preparado la madre de Alina y de nuevo vuelta al hotel para al fin dormir despues de un día tan largo.



LLegada a Bucarest

Manera de" conducir" en Bucarest


Mi habitación del hotel (grabado a la vuelta de Brasov)

Viaje a Rumanía  

Posted by Alberto Garzón

En las próximas entradas voy a hablar de mi pasado viaje a Rumanía, la tierra de Drácula, acompañado de mis padres, mi hermano y mi cuñada que es natural de allí.

En contra de lo que muchos, incluido yo antes de ir, puedan pensar Rumanía no es un país inseguro (excepto en la carretera, ya lo entenderéis en las próximas entradas), ni sus gentes son maleducadas ni alborotadoras, sino más bien todo lo contrario. Lo que pasa que por desgracia nos encontramos en España a algún que otro rumano que hace un flaco favor a su país dandonos esa imagén de sus compatriotas, pero lo que allí vimos fue gente muy trabajadora, muy respetuosa y muy educada, y sobre todo en ningún momento nos sentimos inseguros porque nos fueran a robar ni nada por el estilo. Comento esto porque mucha gente antes de ir nos hablo de estos temas, y como he dicho antes yo también pensaba que iba a un país inseguro.

Otra cosa que nos ha hecho entender la situación del país y el porque de la huida de sus habitantes en edad de trabajar a otros países europeos son sus bajos sueldos (entre 200 y 300 euros de media), los horarios de trabajo (24 horas seguidas trabajando y 48 de descanso o menos si se quiere ganar más, o bien 12 horas diarías y un día semanal de descanso) y sobre todo los precios.
Los precios son prácticamente iguales a los que tenemos en España, a excepción del tabaco y los restaurantes que son sensiblemente inferiores, aunque por otro lado la luz es mucho más cara (los padres de mi cuñada pagan alrededor de 100 € mensuales, teniendo un frigorífico, la televisión, un dvd y un ordenador) por lo que imaginar las maravillas que debe hacer una familia para llegar a final de mes.
Pero como suele pasar en estos países medianamente pobres encuentras grandes contrastes en el poder adquisitivo de unos pocos con la mayoría, pudiendo ver casas habitadas semiderruidas al lado de una mansión, o vehículos muy antiguos y coches como Rolls Royces, Hummers, etc

El tema de la cocina, he de decir que en Rumanía se come muy bien y bastante barato en los restaurantes y bares (entre 6 y 10 € el plato), además estos últimos permanecen abiertos 24 horas por lo que sea la hora que sea te dan la carta con la comida y la bebida que tienen por lo que puedes comer a cualquier hora del día.

Además Rumanía tiene en la zona de Transilvania un atractivo turístico muy grande en las ciudades de Brasov, Bran y Sighisoara (estas son las 3 ciudades de la zona que visitamos y que me sorprendieron muy gratamente). También es muy conocida allí la playa de Mamaia en la ciudad costera de Constanta.

En fin todo esto y más os ire descubriendo en mis próximas entradas de las que han sido hasta ahora mis vacaciones más divertidas.